no
me
quedan
ratos
que
escribir
ni
que
describir
peroelcánticodesirenasmellamayquieroescucharloymatarconellos
lospitidosdefrecuenciasquejamasvolveréaoir.
no
me
quedan
ratos
que
escribir
ni
que
describir
peroelcánticodesirenasmellamayquieroescucharloymatarconellos
lospitidosdefrecuenciasquejamasvolveréaoir.
sololosperrosconocenlasfrecuenciasquenosotrosjamaspodríamosrecitaresunagamacromáticoyauditivaysonoraquelesperteneceaellos somos tan parecidos a algunos perros
A veces no son más que susurros. Escucha el mar.
A veces el viento me silva al oido todo aquello que hace tiempo no te quise oir. Es una forma de castigarme ¿verdad?
Muy bonito, caballero.