La ropa ya no es reversible
Las historias ya no sirven para ser contadas
La lluvia volverá a recorrer mejillas
Pero mientras el dolor
Vencidas, por el tiempo, arranca las nubes de su cuello.
Las noches ahora tienen un final
Los incendios se los comieron los peces muertos
Los gritos callan las esperanzas
Pero aún el dolor
Rotos, los poros arrancan los sueños.
La humedad se convierte en miles de calvarios
La sonrisa es un espejo oxidado
La sombra no quiere mirar la verdad
Pero incluso el dolor
Abandonadas, las mentiras carecen ya de sentido.
La imagen lucha por mantenerse en pie
Los parques no son más que los desiertos de un solo delirio
Las hojas seca, pesan y no bailan al son que marca el viento
Pero todavía el dolor
Arruinadas, las lágrimas abandonan el reposo.
Falta el último verso, el de cuando pasa, cuando el dolor pasa. Porque pasa ¿o no?
El dolor nunca pasa. Siempre está ahí, oculto entre las sombras del sutién de una suripanta.
Vean sino lo que está ocurriendo en el Tour de France.
yo no lo hubiera explicado mejor Mondo, jejejeje
El dolor, cuando no se convierte en verdugo, es un gran maestro. Me encantó el poema, amigo. Cariños…
El dolor y el horror es lo que me voy a correr yo el domingo. La Carrera de San Lorenzo, 10 kms. por el centro de Madrid, cuesta va flato viene, eso es dolor y no sus cuitas de Vds. de poetastros, ridiela!!
Ue, que yo me voy el fin de semana hasta Segovia (30km) y vuelta (que vienen a ser otros 30)
Hablas mucho de poros, ¿sabes? je, supongo que todos tenemos algunas palabras fetiche. Me ha gustado lo de las mentiras… parece mentira qaue las mentiras tengan tanto sentido a veces.
Edryas, tenga Vd. cuidado en Segovia con su peinado batasuno, que allá no entienden mucho de estilismos. Los 30 kms. andando no tienen mucho mérito, de todos modos.
..vaya con el dolor y esas cosas..
doloroso
pero genial, Pepe.
Besos!